Comencé a estudiar cuando tenía razón,
en la escuela de la vida,
con compañeros/as como la experiencia
y la sabiduría.
Aprobé lecciones
y suspendí emociones.
Mi asignatura favorita, la amistad.
Mi asignatura pendiente, la felicidad.
Mi asignatura con más nota, la humildad,
y mi peor calificación, la negatividad.
El optimismo fue mi tutor, y
las ganas de aprender, mi mentor.
El conocimiento mi objetivo,
y mi superación mi gran meta.
Todo ello , me hicieron completa.
Seguiré estudiando,
hasta perder la razón,
porque la vida es,
la escuela de la ilusión.
Ilusión por lograr,
ilusión por vivir,
ilusión por sentir,
e ilusión por reir.
Toda esta escuela,
me ha de enseñar,
que la vida está hecha
para no dejarte avasallar.
Aprende de cada día.
Aprende de las personas,
pero sobre todo aprende, de tu persona.
