Volví a tenerte muy presente,
casi aquí a mi lado,
aunque rapidamente reaccioné,
y volví a la realidad que me ha tocado.
Me dí cuenta que todo fue un sueño,
del que pronto desperté,
¡Ay! dulce sueño el que tuve,
cuando hoy te recordé.
del que pronto desperté,
¡Ay! dulce sueño el que tuve,
cuando hoy te recordé.
1 comentario:
Si se nos clavaran espinas en el alma; nunca hubiéramos sabido que estaba ahí.
A partir de aquí, hay que quitárselas suavemente, dándonos mucho cariño. Y procurar que sólo las espinas que se claves sea en las manos al querer coger una rosa.
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