
Se despierta en mí un sentimiento de celos al veros, por primera vez en mucho, mucho tiempo, siento que me falta una parte que siempre di por innecesaria. Pero al veros estos días, me doy cuenta, lo bonito que sería tener al lado a alguien, que te mire a escondidas, te sonría con cada cosa que haces, te abrace sin motivo, o te de un beso simplemente por el hecho de dártelo. Que bonito sería dormir abrazado junto a esa persona, que es tu mitad, una mitad que unida a ti misma, forman un todo grande, poderoso. Sentir su calor, su aliento, tan cerca que tu cuerpo se estremece solo porque quiere que estés ahí que no se vayas, que no se aleje. Que bonito sentir eso por alguien. Nunca hasta ahora me lo planteaba como algo necesario, siempre lo vi desde una perspectiva del simple gusto, nada mas allá que un simple capricho. Pero no, el teneros delante como un ejemplo vivo, de la felicidad aprovechada a cada instante, me hace replantearme las cosas. Lo reconozco, tengo una envidia sana, pero envidia al fin y al cabo, tengo envidia por no tener a mi lado, alguien que me haga tan feliz como os lo hacéis el uno al otro, no sabéis la suerte que tenéis. Desde el fondo de mi corazón, mi más sincera enhorabuena.