domingo, 23 de agosto de 2009

AMARTE DUELE....


Lo intenté, pero no pude. No lucho más contra este sentimiento. Estas ahí dentro y no puedo ni quiero sacarte de donde estás clavado. Simplemente dejaré que la corriente me lleve a dónde me tenga que llevar. Estás ahí, estás clavado en lo más profundo de mi ser, de mi alma, desde el primer día que tuve la suerte de curzarme contigo, hace ya tanto tiempo y aún hoy sigo sin saber como llegué a este extremo, yo que siempre controlé todo, que me guiaba por la cabeza y no por el corazón, en esta ocasión me has vencido. Simplemente estás en mi, te quiero conmigo, te necesito a mi lado.. eres mio y para mi, y hoy por fin lo digo a los cuatro vientos, aunque amarte duele...

martes, 11 de agosto de 2009

Buscando....



Busco desesperadamente una isla a la que aferrarme con todas mis fuerzas, pues noto que poco a poco me hundo, que caigo en picado hacia la profundidad más oscura que jamás pude imaginar.


Nado y nado hasta quedar sin fuerzas, exhausta por el gran esfuerzo que gasto luchando contra esta corriente ambigua que tan inútil me deja.


Cuando presiento que me das tregua y por un instante paro para recoger fuerzas, provocas una gran ola de ideas, ilusiones que acaban en oleaje, capaz de arrastrar a todo aquello que por delante se encuentre.


No puedo más. Me repito una y mil veces que no, que se acabó, que me retiro a la primera isla que encuentre, pero cuando parece que así es, que casi la palpo con mis manos, apareces cuan huracán en el desierto, removiendo cielo y tierra en mi, y haciendo que vuelva a caer a la deriva entre las aguas agitadas que provoca tu presnecia a mi alrededor.


No se que hacer, y mientras tanto navego, navego sin rumbo fijo, sin rumbo establecido entre las aguas, tus aguas, porque desde que entraste en mi vida, las aguas dejaron de ser mías para ser unicamente tuyas y permitirme naufragar en ellas.

domingo, 2 de agosto de 2009

Entre dos aguas...



Entre dos aguas,
a la dervia voy,
en un insignificante
barco de papel.


Un barco que por
momentos se hunde
pues muy frágil es.


No se si girar
su pequeño timonel
hacia el Mediterráneo
pues la corriente me
lleva al Atlántico.


Atlántico, con sus aguas revoltosas,
frías, con un sin fin de ir y venir,
pues sus corrientes cambiantes son.

Mediterráneo, tranquilo, sosegado,
calmado, con sus aguas cálidas
que te invitan a quedarte en ellas.


Barquito, ¿hacia dónde ir?
¿Dónde residir?
Si a la deriva voy,
al Atlántico llego.
Si dirijo su timonel
no se dónde llegaré.


Atlántico, Mediterráneo....
hacia dónde ir...
dónde residir...