martes, 27 de octubre de 2009

AUN ASÍ


Y en lo más profundo de mi ser,

aún abrigo un mínimo de esperanza

de que sientas por mi,

al menos la mitad de lo que yo siento por tí.

Porque te has hecho imprescindible en mi día a día,

porque siento la necesidad de escuchar tus palabras,

de leer tu pensamiento,

de sentir tu presencia.

Aún a sabiendas que estás lejos,

aún a sabiendas que la nada está presente

en nuestras vidas, distantes y distintas.

Aún así, sigo albergando esperanzas.

Aunque el camino sea largo,

pedregoso y desolador,

capaz de hacer desistir

hasta el más intrépidos de los aventureros.

Aún así, seguiré aquí y aguardaré tu espera.

Porque a pesar de todo considero que TÚ

mereces la pena,

y por ello albergo aún en mi, la esperanza.

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